Cinco eufemismos en español que te harán reír
La lengua española está llena de eufemismos, es decir, palabras o grupos de palabras cuyo papel consiste en suavizar el sentido de otras. Muchas veces el eufemismo puede abarcar una expresión entera disfrazando su sentido crudo con palabras sorprendentes, graciosas o pintorescas. Y es precisamente gracias a esos pequeños detalles, presentes en cualquier idioma, que una lengua nos parezca no sólo compleja sino que también fascinante. Y aunque para la entrada de hoy he escogido solamente cinco expresiones eufemísticas muchas aún quedan por descubrir:
Cambiar el agua al canario
Una expresión sutil y bastante graciosa justo entre "mear" y "orinar" que al mismo tiempo, es algo más original que un simple "hacer pis".
Hacer aguas mayores
A veces nos cuesta hablar con soltura sobre la defecación. En efecto, es un tema un pelín vergonzoso aunque vital. Por suerte cuando las circunstancias nos impiden el uso del verbo "cagar" que, seamos honestos, no es muy elegante, siempre nos queda la sutil expresión "hacer aguas mayores", que siempre sonará más natural que, por ejemplo, defecar.
Irse al otro barrio, Criar malvas
La muerte es un tema tabú en la mayoría de las culturas, es por esta razón que prácticamente todos los idiomas abundan en sinónimos discretos de los verbos como morir, fallecer o expirar. Los espíritus de la lengua española han optado por expresiones ambiguas, sujetas a doble interpretación - la literal y la metafórica. Es por eso que a veces más vale prestar atención a lo que decimos y oímos, ya que, dependiendo del contexto, "irse al otro barrio" o "criar malvas" puede resultar gracioso o trágico. Para evitar ambigüedades siempre se puede usar otra expresión cuyo sentido es el mismo, es decir: "estirar la pata".
Cambiar(se) de acera
Si conoces a alguien quien prefería las mujeres pero ahora le molan más los tíos o al revés, en vez de decir que es homosexual, puedes mencionar por ejemplo "vaya, se cambió de acera". Y ya que estamos hablando de la sexualidad, vale la pena mencionar otra expresión bastante divertida. Se trata del dicho "y resultó que la sartén tenía mango" cuando alguien a quien hasta ahora considerábamos mujer resulta ser hombre.
Salir del armario
Es una expresión idónea para los que tras años de silencio han decidido anunciar a bombo y platillo que son homosexuales.
Ya sabes, si quieres comprobar si tu amigo pilla las sutilidades lingüísticas siempre le puedes mandar el siguiente texto, a ver si se entera:
Mientras hacía aguas mayores decidió cambiarse de acera. Al día siguiente ya tenía pareja con la que salió del armario una semana después. Desgraciadamente se fue al otro barrio en un abrir y cerrar de ojos. Ahora que está criando malvas apenas le da tiempo de cambiar el agua al canario.